Ver caer tu cámara por 2 metros, golpear en las rocas y ver volar partes, una pesadilla para todo fotógrafo
Desde hace un tiempo me he dedicado la mayor parte del tiempo a la fotografía costera, uno de los escenarios más cercanos y con diversas posibilidades es Playa Blanca, en esta tarde quise posicionarme alto para dar un punto de vista diferente en un sector que no había fotografiado antes.
Bueno, vamos montando cámara sobre trípode, portafiltros, viseras, filtro ND y filtro GND inverso.
Era un lugar complicado para posicionar el trípode y no fue posible extender las patas para dar completa estabilidad, pero estaba lo suficientemente firme para que el casi nulo viento no provocara que la foto trepidara.
Ajustamos parámetros y vamos con la fotografía de prueba…..
La última fotografía de mi filtro.
Decido pasar de 30″ a 2 minutos para extender el trazo de las nubes. Ahora es la definitiva, vamos por esos 2 minutos de fotografía. A 1’44» visualizo mi reloj para ver cómo va el tiempo cuando de reojo veo que mi cámara, aun montada sobre el trípode se va a las rocas que se encontraban 2 metros abajo, con el impacto muchas partes volaron, y mi estómago se revolvió por completo. Solo me permití una opción válida, bajar a evaluar daños, y con cuidado bajé las rocas, mientras ya veía un trozo de filtro.
Aquí en el video tienes todo el catastro, hay que tener valor para registrar este momento tan doloroso para un fotógrafo, no sabes si toda tu inversión fotográfica de años tendrá algo que rescatar.
Post trauma:
La cámara hoy se encuentra funcionando correctamente, tiene sus heridas de guerra pero son sólo estéticas, he seguido fotografiando y puedes verlo en mi galería instagram @jaimearellanov
