Podríamos decir que la fotografía macro es una de las especialidades fotográficas que nos regalan una visual única, la cual nos permite ver detalles que normalmente pasan desapercibidos para el ojo humano.
Siempre me interesé por esos detalles, de esta forma comencé a experimentar con luces en diferentes ambientes y horarios, anotando las configuraciones que más satisfacción daban a lo que buscaba al momento de registrar estos detalles invisibles.
Podemos realizar fotografía macro a todo lo que esta a nuestro alcance, buscando texturas, objetos, insectos, hongos entre un sinfín de elementos que podemos retratar. El último tiempo me incliné por la temática del registro de hongos en ambientes naturales, quienes son dueños de particulares formas, colores y texturas, requisitos ideales para poder potenciar esta técnica fotográfica.
Sumado a eso, son elementos estáticos, característica que nos ayudará a tener un mayor tiempo para componer, pensar y configurar nuestro equipo lo más parecido a esa imagen que buscamos dentro del bosque al momento de retratarlos, junto al sinfín de vida que vamos encontrando en su diminuta anatomía.
De esta forma llegue a la conclusión de utilizar fotografía de larga exposición, logrando mejorar la luz dentro de estos oscuros ambientes, con uso de filtros de densidad neutra y polarizadores, dejando muchas veces de lados los flash, elemento que elementos que me han ayudado a transmitir de mejor forma las sensaciones que contemplo desnaturaliza nuestra imagen.
Para realizar nuestras macrofotografias de larga exposición es indispensable tener quieto nuestro equipo fotográfico, ya sea con la ayuda de un trípode o también alguna bolsa de semillas puesta directamente al suelo, así podremos tener resultados mas reales y acorde a lugar de registro de hongos.
Felipe Cabello / TakkHeima Fotografia
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